Autenticidad y salud: el puente espiritual y fisiológico

Artículo publicado en: 1 oct 2025 Autor del artículo: Josefa Vial Brizzi
Autenticidad y salud: el puente espiritual y fisiológico
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Generalmente usamos las mismas palabras con significados diferentes. Por eso, partamos esta lectura desde lo básico:

La RAE define “autenticidad” como:

autenticidad

Definición

  1. f. Cualidad de auténtico.
  2. Sin.: verdad, certeza, evidencia, legitimidad, seguridad, realidad.
  3. Ant.: falsedad.

Para mí, la autenticidad es el poder ser verdaderamente tú. Es ser uno mismo a través del autoconocimiento y la honestidad profunda con nuestra propia esencia. No es solo una definición, una idea. Es un proceso activo. Una búsqueda constante de lo que realmente somos, más allá de las expectativas externas.

No es ser una persona rebelde que va por el mundo imponiendo sus deseos sin siquiera conocerse, porque ¿cómo puedes ser auténtico si no sabes quien eres? y creeme poco sabemos de nosotros mismos en un mundo lleno de exitismo, deber ser, expectativas e inseguridades.

Autenticidad es un “ser uno mismo” que muchas veces no conocemos o hemos olvidado, porque el ritmo de la vida nos lleva a ignorarlo. Y eso —créeme— cambia todo.

Cuando dejamos de actuar desde lo que “deberíamos ser” y empezamos a vivir desde quienes realmente somos, cambia cómo respiramos, cómo nos relacionamos y cómo nos sentimos en el cuerpo.

Eso, para mí, es salud.

Como vimos en el artículo “¿Qué es salud realmente?, En el sistema nerviosos autónomo (SNA), el simpático nos activa para luchar/huir y el parasimpático permite reparar. Si pasas largos periodos en moldes ajenos, el simpático queda prendido y aumenta la carga alostática (desgaste acumulado). La coherencia interna baja esa carga. Es por esto que elegir entre la disonancia o la coherencia en tu vida es clave, porque su efecto no es solo psicoemocional, es neurofisiológico.

Disonancia = vivo en moldes que no me calzan.

Señal fisiológica: alerta sostenida (tensión cervical, respiración corta, taquicardia, digestión en pausa).

Señal emocional: ansiedad, irritación o aplanamiento.

Señal energética: fatiga, desorden.

Hiperactivación Simpática (SNAS)

 

Coherencia = vivo en mis ritmos y valores.

Señal fisiológica: parasimpático disponible (descanso, digestión, recuperación).

Señal emocional: regulación.

Señal energética: estabilidad y presencia.

Activación Parasimpática (SNAP)

Si vivo en autenticidad, vivo en coherencia, si vivo en coherencia, sostengo la homeostasis del ser y, por lo tanto, salud integral.

(Y ya aqui se podria terminar el artículo, eso es todo lo que necesitas saber jiji)

Debemos reconquistar nuestras vidas para mantener la homeostasis del ser. En la vida moderna, la mayoría de nosotros vivimos en un estado de estrés crónico (activación constante del SNAS, lo que rompe nuestro equilibrio y nos aleja de la salud integral.

Vivimos en culturas moldeadas por la estandarización que nace con la revolución industrial y se expande con la globalización. Una estandarización que promueve vidas “en serie”: La misma idea de éxito, de belleza, de cuerpos, de horarios, de ritmos… Para pertenecer, tendemos a uniformarnos.

¿El costo? identidades prestadas y pérdida de formas y ritmos propios y naturales.

  • Horarios que ignoran tu cronotipo.
  • Trabajo “exitoso” que te vacían el alma.
  • Comparación constante en redes sociales.
  • Expectativas irreales (productividad, estética, vínculos) que te alejan de ti.

Todo esto nos empuja a mantenernos fuera de equilibrio por largos periodos de tiempo si es que no permanentemente; y cuando el cuerpo no logra volver a su centro, aparece el desgaste y la enfermedad.

Estrés crónico = desequilibrio = enfermedad.

Y aquí es donde la autenticidad juega un papel clave.

Para contrarrestar el estado de alerta, el cuerpo cuenta con el sistema nervioso parasimpático, encargado de la restauración, la calma y la reparación. Construir vidas en coherencia y bienestar es crucial para que estos sistemas estén en equilibrio y se activen solo cuando son necesarios. Vivir ritmos naturales es la clave.

La manera más fácil y natural de mantener el equilibrio es ser auténtic@.

La coherencia interna es medicina.

Cuando lo que siento, pienso y hago está alineado, el cuerpo descansa y el alma florece.

  • Ser auténtic@ implica:
  • Ser fiel a ti mism@.
  • Vivir en coherencia con nuestros valores y creencias.
  • Actuar y expresarse libremente, sin miedo al juicio.
  • Dejar de vivir según expectativas externas.
  • etc…

No se trata de ser diferente, se trata de ser tú.

No se trata de gritar e imponer tu forma, se trata de ser en coherencia y equilibrio.

Cuando dejamos de luchar contra nuestra esencia, el equilibrio empieza a regresar: se apagan la contradicción, la frustración y la urgencia por no respetar nuestros tiempos y formas. Fluimos y, por lo tanto, estamos más tranquilos. Cuando el equilibrio vuelve, el bienestar florece de forma natural.

La coherencia interna no es solo una idea bonita: es un estado vivencial.

Nuestra tarea hoy no es encajar en un mundo que nos exige ser estándar, sino descubrir quiénes somos realmente y reconquistar nuestra autenticidad.

Elegirnos en un mundo que nos exige encajar.

En el pasado, necesitábamos pertenecer a una tribu para sobrevivir. Hoy, necesitamos ser auténticos para encontrar la tribu correcta, aquella que nos permita mantener nuestro equilibrio y dejar de sobrevivir para empezar a vivir.

Te dejo algunas preguntas de reflexión:

  1. Imagina que éxito para ti es ser feliz. ¿Qué significa en tu caso? (vivir sin apuro, en calma y naturaleza; tener una casa y viajar; etc.)
  2. ¿Qué necesito para esa felicidad? (una carrera específica, un sueldo básico, vínculos nutritivos…)
  3. ¿Cómo lo construyo? (estudios, oficio, habilidades sociales, red de apoyo…)

Recuerda vivir bajo tus términos, algunos sueños requieren de mucho dinero, otros de mucho tiempo libre, otros de mucho amor...